By Dr. Chinta Sidharthan
Reviewed by Lily Ramsey, LLM, Dec 6 2024
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Un estudio estima que se evitaron 5,94 millones de muertes en cinco tipos principales de cáncer, lo que destaca el papel fundamental de la detección temprana y la prevención en la reducción de la mortalidad.
En un estudio reciente publicado en JAMA Oncology, un equipo de investigación dirigido por científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (EE. UU.) examinó el impacto de varias estrategias de control del cáncer, incluida la prevención, la detección y el tratamiento, en las tasas de mortalidad por cáncer en EE. UU. entre 1975 y 2020.
El estudio modeló datos para cinco tipos principales de cáncer y cuantificó la cantidad de vidas salvadas gracias a estos esfuerzos, destacando las contribuciones de cada intervención en la reducción de las tasas de mortalidad.
Antecedentes
En las últimas décadas se han observado tasas de mortalidad significativamente más bajas asociadas al cáncer debido a los avances en la prevención, la detección temprana y el tratamiento del cáncer.
Los programas de control del tabaco, las pruebas de detección sistemáticas del cáncer y las terapias dirigidas han desempeñado un papel fundamental en la lucha contra los cánceres comunes. Las muertes por cáncer de pulmón han disminuido notablemente debido a la menor prevalencia del tabaquismo, mientras que los resultados del cáncer de cuello uterino han mejorado gracias a las campañas generalizadas de detección y vacunación.
De manera similar, los métodos de detección temprana como la mamografía y la colonoscopia han mejorado las tasas de supervivencia del cáncer de mama y colorrectal, respectivamente.
Sin embargo, aún quedan importantes desafíos para garantizar un acceso equitativo a estas intervenciones y abordar los cánceres con opciones terapéuticas limitadas. Además, a pesar de los avances, siguen existiendo importantes lagunas en nuestra comprensión de la eficacia relativa de estas estrategias en los distintos tipos de cáncer.
Acerca del estudio
El presente estudio utilizó modelos de simulación para evaluar la efectividad de las intervenciones de prevención, detección y tratamiento del cáncer en las tasas de mortalidad por cáncer de mama, próstata, pulmón, colorrectal y cuello uterino en los EE. UU. entre 1975 y 2020.
Los datos se derivaron de estadísticas a nivel de población y se modelaron utilizando parámetros diseñados por la Red de Modelado de Intervención y Vigilancia del Cáncer.
Además, se utilizaron datos de mortalidad del programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales y del Centro Nacional de Estadísticas de Salud para establecer tendencias basales del cáncer sin ninguna de las intervenciones.
Los modelos simularon escenarios específicos del cáncer en diferentes marcos temporales e intervenciones. Se evaluaron cuatro escenarios principales: ninguna intervención, solo prevención o detección, solo tratamiento y el impacto combinado de la prevención, la detección y el tratamiento.
Los escenarios tomaron en cuenta prácticas cambiantes, como el impacto de las políticas de control del tabaco en el cáncer de pulmón y la introducción de la mamografía y las pruebas del virus del papiloma humano (VPH) para los cánceres de mama y de cuello uterino, respectivamente.
Las intervenciones consideradas en el estudio incluyeron esfuerzos para dejar de fumar para prevenir el cáncer de pulmón, detección de cáncer colorrectal y de próstata mediante colonoscopia y pruebas de antígeno prostático específico (PSA), y avances en terapias sistémicas, como medicamentos dirigidos al cáncer de mama.
Las simulaciones analizaron los efectos de estas estrategias sobre la incidencia, la progresión y la supervivencia del cáncer a lo largo del tiempo.
Además, se aisló la contribución de cada intervención y se evaluó en presencia o ausencia de otras medidas. El análisis también abarcó múltiples cohortes de nacimiento para garantizar una representación integral de las tendencias demográficas.
Principales hallazgos
El estudio informó que la prevención y la detección del cáncer fueron los factores que más contribuyeron a reducir la mortalidad, evitando aproximadamente 5,94 millones de muertes por cinco tipos de cáncer entre 1975 y 2020.
Los esfuerzos de detección y prevención representaron el 80% del total de vidas salvadas, mientras que los avances en el tratamiento del cáncer contribuyeron con el 20% restante.
Los investigadores también encontraron que la mortalidad por cáncer de pulmón mostró la mayor reducción, y que las medidas de control del tabaco fueron responsables del 98% de las 3,45 millones de muertes por cáncer de pulmón evitadas.
Además, las muertes por cáncer de cuello uterino se eliminaron prácticamente gracias a programas de detección eficaces. En cambio, la mortalidad por cáncer colorrectal disminuyó principalmente debido a la detección temprana y la extirpación de pólipos, que representaron el 79% de las 940.000 muertes evitadas.
Los esfuerzos de detección también contribuyeron al 56% de las 360.000 muertes evitadas en casos de cáncer de próstata, y los avances en el tratamiento representaron el resto.
Sin embargo, el cáncer de mama presentó una tendencia diferente: los avances en el tratamiento del cáncer de mama desempeñaron un papel dominante en la prevención de la mortalidad, lo que representó el 75% de los 1,03 millones de muertes evitadas. En comparación, el cribado fue responsable del 25% restante de vidas salvadas.
El análisis también destacó las disparidades en la eficacia de las intervenciones en los distintos tipos de cáncer. En el caso del cáncer de cuello uterino, la prevención y la detección demostraron ser muy eficaces debido a la disponibilidad de herramientas de diagnóstico fiables y de intervenciones en las primeras etapas.
Por el contrario, se encontró que el tratamiento del cáncer de pulmón tenía un impacto limitado en la prevención de la mortalidad, lo que subraya la importancia de medidas preventivas como el abandono del tabaco.
Conclusiones
En resumen, el estudio destacó el papel transformador de la prevención y la detección en la reducción de la mortalidad por cáncer en los últimos 45 años. El control del tabaco, las pruebas de detección sistemáticas y los avances terapéuticos han salvado millones de vidas, aunque su impacto varía según el tipo de cáncer.
En general, los resultados demostraron que, si bien se han logrado avances sustanciales en la reducción de la mortalidad por cáncer, es fundamental seguir realizando esfuerzos de prevención y detección.
El estudio también enfatizó la necesidad de terapias innovadoras y una difusión más amplia de las intervenciones existentes para lograr mayores reducciones en las muertes relacionadas con el cáncer.
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Referencia de la revista:
Katrina, Feuer, E. J., Mandelblatt, J. S., Meza, R., Holford, T. R., Jeon, J., LansdorpVogelaar, I., Gulati, R., Stout, N. K., Howlader, N., Knudsen, A. B., Miller, D., CaswellJin, J. L., Schechter, C. B., Etzioni, R., TrenthamDietz, A., Kurian, A. W., Plevritis, S. K., Hampton, J. M., & Stein, S. (2024). Estimation of Cancer Deaths Averted From Prevention, Screening, and Treatment Efforts, 1975-2020. JAMA Oncology. doi: 10.1001/jamaoncol.2024.5381.
https://jamanetwork.com/journals/jamaoncology/article-abstract/2827241

